Escribir

Antes de seguir poniendo entradas melancólicas o tristes, que de todo hay, me gustaría contar algo a quien quiera escucharlo.

Desde hace casi media vida, descubrí que escribiendo cosas me desahogaba. Contaba mis cosas a un papel y todo se volvía algo más fácil. Pensareis que era el típico diario, pero no. Todo estaba escrito según el momento en que surgía. Papeles ente los libros, versos entre ecuaciones, sensaciones entre dibujos y servilletas llenas de lágrimas y café.

Yo no sé ver de algo cotidiano los diferentes aspectos que le saca mucha gente. Admiro a todo aquel que hace entradas estupendas a partir de cualquier situación del día a día.

Yo, simplemente suelto la mano cuando necesito escribir. Sale lo que sale. Nunca sé lo que he escrito hasta que no lo acabo y lo leo. Supongo que lo que me sale cada vez que escribo es lo que en ese momento más me preocupa, o alguna sensación en concreto que me haya quedado grabada por algo.

Por eso quiero dejar claro, antes que nada, que si pongo un post triste, no significa que yo lo esté. Es más describir una sensación que he tenido o un sentimiento y... no es tan grave como puede parecer a primera vista.

Quiero, también, ya que me pongo seria, agradeceros a todos vuestros comentarios, que siempre ayudan, y mucho. Y deciros que a pesar de la poquísima vida que tiene este blog, algunos ya formáis parte de mi.

Muchos besos.